Si eres de las que quieres mantener tu piel joven por más tiempo, te recomiendo que empieces a cuidar tu piel desde una temprana edad. Incorporar un rápido y efectivo masaje facial coreano a tu rutina de belleza es un plus, que le ayudará a tu rostro a eliminar las toxinas de forma natural.
Los masajes faciales asiáticos, por mucho, resultan ser lo mejores para que tu piel luzca siempre bella y bien cuidada. ¿Eres de las que piensan que la lozanía en la piel de los coreanos es cuestión genética? Esto no es del todo cierto, en Corea el cuidado de la piel y del rostro son un “culto”.
¿Quieres descongestionar tu rostro, liberarlo de manchas, espinillas e inflamación? Continúa leyendo y encontrarás el paso a paso del mejor auto-masaje coreano para tu rostro.
Paso a paso “masaje facial coreano”
No hay excusa para dejar de incluir en tu rutina esta técnica coreana de belleza, este auto-masaje lo puedes realizar en cualquier momento del día, él activa tus canales linfáticos, para que por este medio elimines las toxinas, grasas e impurezas acumuladas en tu rostro. ¡Aprende a realizarlo!
Es cierto que puedes hacer este masaje facial coreano a cualquier hora del día, pero lo que los expertos recomiendan es llevarlo a cabo cuando recién te levantas y en la noche antes de acostarte. ¿Sufres de granos y/o manchas? Has encontrado el complemento perfecto de tu rutina, para combatirlos.
1. Prepara tu rostro
Lava tu rostro para luego aplicar “generosamente” crema humectante o suero sobre la cara y el cuello, algo que debes tener presente es que no te puedes saltar este paso, es necesario para que la piel se torne flexible y de este modo evitas su posible maltrato.
Frota por unos minutos las palmas de tus manos entre sí, las manos tibias ayudan a estimular la penetración de la crema en la piel, por lo que se aprovechan mejor sus propiedades.
Con las manos tibias, coloca 6 puntos de tu humectante en la cara; frente, nariz, mejillas, mentón y por último el cuello. Con manos firmes, presiona ligeramente la piel y comienza a esparcirla desde el cuello hasta las mejillas en dirección ascendente, y desde las mejillas hacia el resto del rostro en dirección horizontal.
2. Cruza las manos
Las manos masajean el sentido contrario del rostro, es decir, con la derecha masajea la parte izquierda de la cara y con la mano izquierda la parte derecha. ¡Comencemos!
3. Activa los drenajes linfáticos
Lleva el dedo pulgar derecho detrás de la oreja y baja por el costado izquierdo del cuello presionando ligeramente hasta llegar al hueco clavicular. Cambia de pulgar y repite en el otro costado. Hazlo unas tres veces en cada lado.
4. Masajea tus mejillas
Coloca tu dedo índice detrás de la oreja déjalo allí, presionando firmemente esa zona, mientras extiendes el dedo pulgar de esa misma mano, para masajear: Desde los ojos hasta la oreja, luego desde la nariz hasta la oreja, desde el labio superior hasta la oreja y finalmente de la barbilla hasta la oreja.
Finalmente, desliza tu dedo índice desde la oreja, pasando por el cuello hasta la clavícula, presiona suavemente por unos 4 segundos esa zona. Repite unas tres o cuatro veces en cada lado del rostro.
5. Masajea tu barbilla
En este paso puedes usar cualquiera de tus dos manos, como si le fueras a agarrar la barbilla a un bebé, coloca el dedo índice por debajo de la barbilla. Con el dedo pulgar sobre tu barbilla, masajea la misma, deslizando tu dedo de forma vertical por toda la zona, recuerda aplicar un poco de presión y dura de 6 a 9 segundos masajeando.
6. Quédate un poco más en la barbilla
Esta vez, coloca tu dedo índice de la mano derecha detrás de tu oreja izquierda y con el pulgar puesto desde el centro de la barbilla recorre el contorno de tu quijada (presionando levemente la zona) hasta que tu pulgar se una con el índice.
Una vez que los dedos se hayan encontrado, no olvides deslizar el pulgar verticalmente desde la oreja hasta la clavícula. Repite de 3 a 4 veces, y masajea el otro lado del rostro.
7. Masajea la clavícula
Este paso, te ayuda a que los residuos se drenen por ese conducto, lleva tu dedo pulgar desde el hoyuelo que se encuentra detrás del lóbulo, hasta el hoyuelo de la clavícula, en ese punto presiona por unos 3 segundos. Repite de 3 a 4 veces en ambos costados del cuello.
8. Masajea la papada
Ideal para evitar la flacidez en esa zona y reducir medidas, coloca el pulgar de ambas manos, justo debajo de tu barbilla, en la zona conocida como papada. Una vez en esa posición, sube ambos pulgares al unísono, pasando por los costados del rostro, hasta llegar a tus orejas. Para luego, bajar nuevamente hasta el hoyuelo de la clavícula. Repite de 3 a 4 veces.
9. Presiona debajo de los pómulos
Con los dedos pulgares de ambas manos, presiona por debajo de los pómulos unos tres segundos, luego lleva los dedos arrastrando por la zona hasta la parte posterior de las orejas, estando en ese punto presiona por unos 3 segundos, para luego bajar a la clavícula. Repite de 3 a 4 veces.
10. Presiona el surco subnasal
Mantenlo presionado con los dedos medio y anular de ambas manos durante tres segundo, para luego arrastrarlos hasta llegar a la parte posterior de las orejas, y bajar a la clavícula. Recuerda aplicarte más humectante si tu piel ya lo ha absorbido por completo.
11. Desde las alas nasales
Coloca los dedos medios de ambas manos, a un costado de las alas nasales, presiona en ese punto por unos tres segundos, para luego arrastrar los dedos hasta detrás de las orejas, y descender a la clavícula. Repite de 3 a 4 veces.
12. Masajea el área de los ojos
Coloca los dedos pulgares de ambas manos, esta vez sin cruzarlas, donde inicia el tabique de la nariz, justo debajo de tus cejas, presiona unos segundos y recorre suavemente los dedos hasta llevarlo detrás de las orejas, estando en este punto presione por unos segundos, para luego bajar a la clavícula. Repite de 3 a 4 veces.
13. Masajea el área de la cejas
Sin cruzar las manos, posiciona los dedos índice y medio justo en medio de ambas cejas, presiona por unos segundos, y luego has el recorrido acostumbrado, hasta llegar a la clavícula. Repite de 3 a 4 veces.
14. Pon los dedos en V
Posiciona los dedos índice y pulgar de ambas manos, sin cruzarlas, justo en medio de la barbilla. Súbelos firmemente por los costados del rostro, y cuando desciendas al punto de inicio, hazlo con suavidad relajando los dedos. Repite el movimiento unas cuatro veces.
15. Masajea las orejas
Sin cruzar las manos, coloca el dedo índice por encima del lóbulo de la oreja, mientras el pulgar queda detrás del mismo. Realiza pequeños toques de presión mientras bajas y subes por todo el contorno de la oreja. Ahora dobla el extremo superior e inferior de la oreja horizontalmente, durante un 4 segundos. Y por último dóblala verticalmente y presiona otros segundos más. Repite en la otra oreja.
Para una mejor ilustración te dejamos este vídeo:
¡Ya hemos terminado! ¿Qué te ha parecido? Al principio puede que demores un tiempo en ejecutar este masaje facial coreano, pero cuando agarres práctica no te llevará más de 5 minutos. Comienza desde ya, y luce un cutis fresco y renovado. Si te ha gustado este artículo comparte usando los botones que te hemos dejado abajo.